miércoles, mayo 31, 2006

CADENAS

Nuestra siguiente preocupación es la formación de cadenas de acción. Con esto queremos decir un ordenamiento de los procesos del poder, lo que une a más de dos personas, de manera que A tiene poder sobre B, B poder sobre C y C poder sobre D, etc. hasta que la cadena termina en una persona que, por su parte, no tiene a nadie bajo ella. Uno encuentra rasgos correspondientes en otros medios, por ejemplo, cadenas de intercambio por la vía del dinero, cadenas de verdades y falsedades establecidas como una base para la investigación posterior en las ciencias, o incluso cadenas de pasos hacia la selectividad aumentada en las relaciones amorosas, donde los pasos se devuelven por la limitación estructural de dos personas. El poder sirve como un catalizador para la construcción de cadenas de acción. Si el poder puede darse por sentado en varios puntos, surge, por decirlo así, una tentación de formar combinaciones de cadenas, en la que la selección de una acción conduce a la de otras, o las anticipa como consecuencia del término de la primera selección. Más frecuentemente que en el caso con la coincidencia casual de intereses, se da como resultado la formación de cadenas extensivas de acción que demuestran ser valiosas debido a las ganancias que produce la combinación. El hecho de subir el nivel de logro de este modo requiere que el medio se torne específico. No es algo que se pueda buscar en algún tipo de combinación, que podría tomar cualquier dirección, ya que en el análisis final toda persona tiene influencia sobre otra. Incluso una relación puramente causal entre las fuentes del poder no puede ser suficiente. Sólo queremos hablar en cadenas cuando, y en cuanto que A no sólo puede disponer de las acciones de B, sino también, específicamente, su ejercicio del poder; es decir, cuando A tiene a su disposición el poder de B sobre C. Por lo tanto, una cadena no existe si el rey puede dar órdenes al general, si este último puede dar órdenes a su esposa y ella, también, a sus sirvientes, quienes, debido a su posición, pueden tiranizar a sus vecinos. Pero una cadena sólo existe si, y en cuanto que, el portador de poder puede intervenir en la cadena.

NIKLAS LUHMANN, Poder. Ed. Anthropos, 1995.