"Evidentemente, toda vida es un proceso de demolición" (The Crack Up) Pocas frases resuenan tanto en nuestra cabeza con este ruido de martillo. Pocos textos tienen este irremediable carácter de obra maestra, y de imponer silencio, de forzar un asentimiento aterrado, como la novela corta de Fitzgerald. Toda la obra de Fitzgerald es un único desarrollo de esta proposición, y sobre todo de su "es evidente". Un hombre y una mujer, unas parejas (...) que lo tienen todo para ser felices, como suele decirse: bellos, encantadores, ricos ,superficiales y llenos de talento. Y luego, algo sucede que hace que se rompan, exactamente como un plato o un vaso. Terrible mano a mano de la esquizofrénica y el alcohólico, a menos que la muerte no se los lleve a los dos. ¿Acaso es esto la famosa autodestrucción? ¿Qué pasó exactamente? No intentaron nada especial que estuviera por encima de sus fuerzas; y sin embargo, se despiertan como tras una batalla demasiado grande para ellos, el cuerpo roto, los músculos agarrotados, el alma muerta: "Tenía la impresión de estar de pie en el crepúsculo en un campo de tiro abandonado, con un fusil vacío en la mano y las dianas derribadas. Ningún problema que resolver, simplemente el silencio y el solo ruido de mi respiración... La inmolación de mí mismo era un cohete sombrío y mojado." Por supuesto que sucedieron muchas cosas, tanto en el exterior como en el interior: la guerra, la quiebra financiera, un cierto envejecimiento, la depresión, la enfermedad, la pérdida del talento. Pero todos estos accidentes ruidosos ya produjeron sus efectos en su momento; y no serían suficientes por sí mismos si no socavaran, si no profundizaran algo de toda otra naturaleza y que, por el contrario, no ha sido puesto de manifiesto por ellos sino a distancia y cuando ya es demasiado tarde: la grieta silenciosa. "¿ Por qué hemos perdido la paz, el amor, la salud, una cosa tras otra?". Había una grieta silenciosa, imperceptible...
GILLES DELEUZE, Lógica del sentido. Ed. Paidós, 2005.