martes, octubre 03, 2006

LOS MEDIOS DE MASAS

La realidad de los mass media es la realidad de la observación de segundo orden. Los medios de masas sustituyen las tareas del conocimiento que en otras formaciones sociales estaban reservadas a sitios de observación privilegiados, los sabios, los sacerdotes, los nobles, el Estado: formas de vida que estaban privilegiadas por la religión o por la ética política. La diferencia es tan marcante que difícilmente se puede hablar de progreso o decadencia. Aquí sólo permanece, como modo de reflexión, la observación de segundo orden; es decir, la observación de que la sociedad deja en manos del sistema de los mass media su observación: observación en el modo de observación de la observación. El resultado de este análisis se puede resumir bajo el concepto de cultura. Este concepto engloba, desde el momento en que surgió al final del siglo XVIII, componentes reflexivos y de comparación. La cultura sabe por sí misma en todas sus especificidades que es cultura: construye sus propias diferencias de comparación nacionales o comparativas -al principio, con gestos que reflexionan sobre la propia cultura en comparación con las otras; y actualmente, más bien con la consideración resignada de una multiplicidad de culturas-. Aunque haya esta multiplicidad, uno puede muy bien permanecer en la propia cultura. La opción de moda por la cultural diversity legitima, al mismo tiempo, una posición conservadora respecto a la propia cultura y sólo una relación turística con respecto a las otras. La cultura, precisamente en este sentido (en el sentido de la conformación de todo y cada cosa bajo un mismo signo), es la coartada de los medios de masas (...) sin los medios de masas la cultura como cultura sería irreconocible (...) Con su permanente dictado de construcción de realidad, los mass media sepultan el entendimiento todavía dominante de la libertad. La libertad será, como en el derecho natural, conceptuada como ausencia de coacción. Tanto las ideologías liberales como las socialistas han establecido sus disputas en torno a este concepto de libertad haciendo siempre referencia a la coacción -sea del estado de derecho o de la sociedad capitalista. La "inocencia" de los medios masivos, su inocuidad se basa en que no coaccionan a nadie. De facto, la libertad se sostiene sobre condiciones cognitivas de observación y descripción de alternativas abiertas a un futuro decidible, pero desconocido.

NIKLAS LUHMANN, La realidad de los medios de masas. Ed. Anthropos-Universidad Iberoamericana, 2000.