La reflexión de los sistemas funcionales sociales no es posible sin que exista una base en los roles sociales. El proceso de diferenciación de un sistema educativo en toda la sociedad y la institucionalización de los respectivos niveles de conciencia también tienen consecuencias considerables en el campo de los roles. Estas consecuencias conducen a la instauración y perpetuación de un establishment pedagógico. Este concepto ha de designar roles y sistemas de roles que se le atribuyen al sistema educativo, pero que no se ocupan directamente, sino sólo de una manera indirecta, de la enseñanza que se lleva a cabo en el campo técnico. Se trata predominantemente de roles para la formación de maestros con los que se asumen simultáneamente funciones de portavoz para intereses específicamente pedagógicos, así como de roles para la investigación pedagógica, y sobre todo referida a la enseñanza, en universidades o instituciones creadas para ese fin. Finalmente, se trata de los departamentos, áreas o secciones de la administración municipal o estatal encabezados por pedagogos, de los especialistas correspondientes en los partidos políticos y las organizaciones eclesiales, así como de los gremios profesionales o sindicatos específicos que representan pública y políticamente los intereses de los maestros en cuanto a remuneración, carrera profesional y reputación (...) Cabe señalar que la continuidad de los roles y la continuidad del establishment se garantizan independientemente de la enseñanza escolar misma (...) El proceso de diferenciación de un establishment generalmente conduce a que su relación con los que participan en la enseñanza se convierta en un problema. El lenguaje y los horizontes temporales divergen. El establishment vive, inaugura, desecha, reformula cambios que en alguna otra parte posiblemente nunca lleguen, o quizás sólo en calidad de interferencia. Mientras que en los niveles superiores se lucha por una revolución o se fracasa con las reformas, los maestros se las tienen que arreglar con libros de texto modificados, decretos nuevos y problemas disciplinarios. Si aumentan tales divergencias, podría surgir la impresión de que la música se toca para el público y no para los bailarines.
NIKLAS LUHMANN, El sistema educativo. Universidad Iberoamericana-Univ. de Guadalajara-ITESO, 1993.