miércoles, mayo 24, 2006

EL ONANISTA

Figura totalmente nueva del siglo XVIII, surge en íntima relación con las nuevas conexiones entre la sexualidad y la organización familiar, con la nueva posición del niño en el interior del grupo parental, con la nueva importancia concedida al cuerpo y a la salud. Surgimiento pues del cuerpo sexual del niño. Esta nueva figura de hecho cuenta con una larga prehistoria: el desarrollo conjunto de técnicas de dirección de la conciencia (en la nueva pastoral nacida de la Reforma y del Concilio de Trento) y de las instituciones de educación (...) Esquemáticamente se puede decir que el control tradicional de las relaciones prohibidas (adulterios, incesto, sodomía, bestialidad) se vio reduplicado por el control de la "carne" centrado en los movimientos elementales de la concupiscencia. Sobre este telón de fondo la cruzada contra la masturbación provoca sin embargo una ruptura. Se inicia en primer lugar en Inglaterra a bombo y platillo en los años 1710 con la publicación de Onania; se prolonga más tarde en Alemania antes de desencadenarse en Francia con el libro de Tissot hacia el año 1760. Su razón de ser es enigmática pero sus efectos fueron innombrables. Unos y otros no pueden ser determinados más que teniendo en cuenta algunos de los rasgos esenciales de esta campaña antimasturbatoria. Sería insuficiente no ver en ella más que un proceso de represión provocado por las nuevas exigencias de la industrialización: el cuerpo productivo contra el cuerpo del placer (...) se dirige de forma privilegiada, cuando no exclusiva, a los adolescentes y a los niños, más concretamente aún a los hijos de familias ricas o acomodadas. Esta campaña coloca a la sexualidad, o al menos al uso sexual del propio cuerpo en el origen de una serie de trastornos físicos que pueden hacer sentir sus efectos en todo el organismo y durante todas las etapas de la vida. La potencia etiológica ilimitada de la sexualidad es uno de los temas más constantes no solo en los textos de esta nueva moral médica, sino también en los mas serios tratados de patología. Y si bien el niño se convierte en virtud de este proceso en responsable de su propio cuerpo por el "abuso" que hace de su sexualidad, en realidad son los padres quienes son considerados como los verdaderos culpables: falta de vigilancia, negligencia, y sobre todo falta de interés por sus hijos (...) Lo que se perfila a través de esta campaña es el imperativo de un nuevo tipo de relación entre padres e hijos y más ampliamente una nueva economía de las relaciones intra-familiares: solidificación e intensificación de las relaciones entre padre-madre-hijos, reinversión del sistema de las obligaciones familiares (que iban antes de los hijos a los padres y que ahora tienden a convertir al niño en el objeto primero e incesante de los deberes de los padres), distribución de la célula familiar alrededor del cuerpo -sexual- del niño (...) y un control y un conocimiento médico externo para arbitrar y reglamentar estas nuevas relaciones (...) La cruzada contra la masturbación traduce la reconversión de la familia en familia restringida en tanto que nuevo aspecto de saber y de poder. La preocupación por la sexualidad del niño ha sido uno de los procedimientos para construir este nuevo dispositivo. La pequeña familia incestuosa que caracteriza a nuestras sociedades, el minúsculo espacio familiar sexualmente saturado en el que nos educamos y en el que vivimos se ha formado en relación con estos procesos.

MICHEL FOUCAULT, La vida de los hombres infames. Ed. de la Piqueta, 1990.